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Parece ser que la campaña que Rimmel hizo con la modelo Kate Moss, no ha salido del todo bien. Al parecer, la modelo lucía unas pestañas de escándalo en el anuncio, capaces de “parar a los coches”, pestañas que no han podido comprobar su naturalidad.
Al parecer, la marca no ha podido demostrar ante la autoridad de control de la publicidad británica (ASA) que las pestañas eran naturales y que no habían sido producto de ninguna modificación o postizas.
Por tanto la ASA acusa a Rimmel de haber modificado las pestañas de la modelo sin que Rimmel indique el grado de modificación que existe. La Asa ha declarado que “puede haber exagerado los beneficios de este producto y es susceptible de engañar a los consumidores” y ha prohibido la difusión del anuncio.
Asa ya ha denunciado a diferentes marcas cosméticas por el hecho de exagerar sus efectos ante la audiencia. Un ejemplo de ello es la marca L’Oreal, que fue denunciada por el anuncio que protagonizaba Penélope Cruz anunciando el mismo producto, ya que ésta llevaba pestañas postizas. Se trataba del rimel Telescopic. En ese momento, la marca admitió que Penélope lleva “algunas” pestañas postizas.